Tumbar a petro


Por: Douglas Velásquez Jácome

Petro como candidato de la izquierda, dentro de las reglas del sistema electoral constitucional y legal colombiano, ganó las elecciones a la presidencia de la República y ha ejercido el poder dentro del mismo ámbito con una clara propuesta de gobierno de CAMBIO para atender las profundas desigualdades sociales que agobian al país contenido en su Plan Nacional de Desarrollo. Con tal objetivo el gobierno ha presentado y defendido ante el Congreso de la Republica un paquete de reformas para modificar los sistemas tributario, de salud, pensional, laboral y agrario, entre otros. Por no tener mayorías decisorias ha conformado coaliciones con diversos partidos y congresistas para debatir y concertar sus propuestas y reformas.

Pero el presidente Petro ha tenido que gobernar enfrentado una férrea oposición de contradictores de las derechas, enemigos políticos, oligarquías tradicionales de diverso rango y calibre y de los dueños de los medios de comunicación usados mañosamente como poderosas armas de contradicción y manipulación de la opinión. Estos, quienes por décadas concentraron la riqueza y el poder, no han podido aceptar la derrota en las urnas de su candidato Hernandez reconocido por su bajísimo perfil intelectual y ético, pero que quizás imaginaban equivocadamente que lo podrían manejar en favor de sus intereses. También se registran errores en el gobierno y papayasos que le han dado a la oposición oportunidad para su exagerada ofensiva de artificios informativos como despliegue de una táctica encaminada a un posible “golpe de estado blando”, consistente en un conjunto de técnicas no frontales ni violentas de carácter conspirativo, con el fin de desestabilizar al gobierno y causar su caída, similar a lo sucedido en Perú contra el presidente Castillo.

El presidente Petro entendió el mensaje y hábilmente se defendió con las herramientas que le permite Estado Social de Derecho convocando a sus electores y a los trabajadores a una caudalosa marcha pacífica en las principales ciudades del país donde anunció más movilizaciones y llamó a celebrar asambleas populares en todos los rincones del país.

Indudablente la sociedad se ha dividido en dos bandos enfrentados en una peligrosa polarización y radicalización, que si le sumamos el componente de respaldo al presidente demostrado en el proceso electoral y con las pasadas marchas de apoyo, nos podría llevar a un indeseable estallido social. Solo recordemos el 9 de abril y el que se estaba gestando al gobierno Duque del que nos salvamos por el Covid.

En estas circunstancias la peor solución sería seguir germinando un atentado contra las instituciones democráticas establecidas y desconocer las fuerzas sociales y ciudadanas que eligieron a Petro presidente que en las marchas actuaron pacíficamente, pero no quiero ni pensar como actuarían si le tocan un pelo a su caudillo.

Es indudable que Colombia enfrenta múltiples desafíos estructurales de corrupción, pobreza, desigualdad, seguridad ciudadana, crimen organizado, etc. Ello hace necesario y conveniente el ejercicio del derecho a la oposición y a la información, pero seamos responsables, cuidemos y no destruyamos la estabilidad social y la credibilidad de las instituciones económicas y políticas logradas hasta ahora. Requerimos reducir la polarización y poder construir consensos que desarrollen gobernabilidad y progreso. No digo que nos convirtamos todos en petristas, sino que prevengamos con responsabilidad un estallido social de consecuencias imprevisibles.

Fecha: 2023-06-20
Douglas Velásques Abogados